Afortunadamente cada vez nos importa más cuidar del medio ambiente. Es cierto que hemos tenido que llegar a unos extremos más que preocupantes, pero vale más tarde que nunca. También es un tema a tener muy en cuenta en nuestro sector. Por eso nos interesa conocer el nuevo protocolo para la gestión de residuos de construcción y demolición.
Implicados en el protocolo sobre residuos de construcción y demolición
Este nuevo Protocolo Europeo sobre residuos de construcción y demolición se ha creado para que se aplique en la totalidad de los 28 países que componen la Unión Europea.
Lo deben tener en cuenta estos grupos:
- Empresas de construcción.
- Empresas de rehabilitación .
- Contratistas de demolición.
- Empresas de transporte y logística.
- Fabricantes de productos de construcción.
- Empresas de tratamiento de residuos.
- Empresas de reciclaje.
- Administraciones públicas tanto a nivel local, como regional, nacional y de la UE.
- Organismos de certificación de calidad para edificios e infraestructura.
- Clientes de materiales de construcción y demolición reciclados.
Residuos de construcción y demolición, cumplir el protocolo
Es fundamental tener en cuenta este nuevo protocolo a la hora de gestionar los residuos de construcción y demolición para beneficio de todos. En la nota de prensa que acompaña a este protocolo se nos indica lo siguiente:
Uno de los obstáculos comunes para el reciclaje y la reutilización de los RCD, residuos de construcción y demolición, en la UE es la falta de confianza en la calidad de los materiales reciclados y la incertidumbre sobre el riesgo potencial para la salud de los trabajadores que utilizan materiales reciclados. Esta falta de confianza reduce y restringe la demanda de materiales reciclados, lo que inhibe el desarrollo de las infraestructuras de gestión y reciclaje de los RCD en la UE.
Se espera que con este nuevo protocolo de actuación se consiga superar cualquier obstáculo que pueda existir para que este tema de tanta importancia se trate de la manera adecuada.
Para conseguirlo es necesario que se impliquen no solo los profesionales, también los responsables políticos y las instituciones.